A pesar de que en las ferias de ciencias a nivel mundial se muestren distintos modelos de robots, lo cierto es que estos dispositivos siguen siendo torpes y no muy versátiles. En una línea de ensamblaje un robot puede hacer el mismo trabajo con precisión sin parar un momento. Sin embargo, cuando se introducen cambios inesperados, los robots no actúan como los seres humanos ya que no pueden ser programados para ver un objeto y responder al mismo espontáneamente.
En la actualidad la empresa estadounidense Dactyl, creadora de OpenAI, ha desarrollado robots con inteligencia artificial que son capaces de manipular objetos por sí mismo (por ejemplo, un robot que se enseñó a sí mismo a dar vuelta un cubo de madera con los dedos). Esta mano robótica y el software que les permite manipularla podría hacer que en un futuro los robots hicieran, por ejemplo, actividades domésticas como lavar los platos.
Con el cambio climático y la necesidad de reducir las emisiones de dióxido de carbono, la energía nuclear se ha vuelto cada vez más necesaria. Es por eso que los nuevos reactores nucleares, más seguros y que producen energía más barata, están ganando impulso. Los mejores en la actualidad son los reactores de fisión 4ta generación, los modulares, y los de fusión.
Se estima que para mediados del 2020 las empresas Terrestrial Energy de Canadá y TerraPower de Estados Unidos lograrán ofrecer energía nuclear para servicio público masivo. Estas compañías aseguran que la energía va a ser más barata y con menor impacto ambiental.
En la actualidad las enfermedades en el esófago e intestino suelen diagnosticarse mediante una endoscopía, que es un procedimiento rápido pero invasivo. Por eso un patólogo del Hospital General de Massachusetts (Estados Unidos), Guillermo Tearney, desarrolló una forma más sencilla y menos invasiva para diagnosticar enfermedades: la cápsula para diagnósticos. Se trata de un pequeño dispositivo que se ingiere y viaja por todo el tracto digestivo brindando imágenes más precisas. Además, son reutilizables ya que se encuentran atadas a una cuerda y pueden extraerse por la garganta nuevamente.